El blog de esta semana es una sugerencia de una de mis seguidoras. Tutora de dos gatas adultas, le gustaría que sus gatas se dejaran acariciar y abrazar más. Y es una pregunta, casi un lamento que recibo de muchos tutores de gatos en la consulta. Espero que estas líneas os ayuden a todos a mejorar la relación con vuestros gatos, gracias a la necesidad de esta persona que lleva muchos años confiando en mí.
Voy a comenzar recordando un poco la naturaleza felina, cómo “funciona” un gato. Los gatos son animales sociables, pero a la vez solitarios. Cazan solos y se mueven en la naturaleza y su entorno de forma individual. Aunque admitan vivir en un grupo social necesitan su espacio individual. Es muy importante en el hogar donde conviven varios gatos tener el mismo número de areneros que de gatos, más uno de más y múltiples comederos y bebederos por toda la casa.
Debido a esta necesidad de individualismo necesitan tener muy controlado todo su entorno. No pueden “perder tiempo” en comer o jugar. Por eso comen muy poca cantidad de alimento muchas veces al día y no una gran ingesta, perderían de vista el entorno y podría entrar un enemigo en él. Por esta necesidad de control de su entorno tampoco juegan o se dejan acariciar durante mucho tiempo. Lo más idóneo es que sea el gato el que se acerque a nosotros a pedir caricias. O simplemente a dormir a nuestro lado sin tener contacto físico. Es muy necesario para ellos que no les toquemos y les molestemos, aunque para nosotros es algo agradable para el gato no lo es tanto. Una muy buena manera de comenzar a acariciarlos sin que ellos pidan el contacto físico es acercarnos a ellos con movimientos tranquilos y sin hablar con un volumen alto y acariciarles la barbilla. Las caricias deben ser por un periodo de tiempo breve, si el animal corta la situación huyendo o dando alguna señal de incomodidad dejar de tocarlo y alejarnos de él. Esto es lo más importante que tenemos que tener en cuenta la brevedad de las caricias y juegos. Si el animal es muy joven y nos demanda más tiempo de juego hay que dárselo hasta que se harte. Pero un gato adulto no tiene tantas necesidades de juegos y los que más le gustan son los que imitan la caza, dejandoles que muerdan el objeto o juguete que estemos usando imitando a una presa. Cuando el gato corte el juego o las caricias no se debe insistir en continuarlas. Es suficiente para el gato esa breve interacción para un humano.
Nos sentimos muy frustrados porque creemos que no somos buenos tutores, ¡pero nada más lejos de la realidad!
Conocer la naturaleza de sus necesidades nos va a permitir
tener una mejor convivencia y mayor vínculo humano y gato.
No dejan de quererte porque sea breve su demostración de afecto.